Estudié biología y viajé a Venezuela para realizar mi tesis en la Estación Biológica de El Frío. Allí, junto con otros investigadores, estudié la fauna y flora de la región. Experimenté la vida en la sabana, capturando babas y galápagos, y disfruté de la belleza y diversidad del lugar. A pesar de los desafíos y contratiempos, esta experiencia fue muy gratificante.
En octubre 1989 compré un boleto a San Fernando de Apure, en la agencia de la Torre Capriles en Plaza Venezuela. Aeropostal y Avensa volaban sus aviones a diario desde 1985 y 1988 respectivamente, y yo llegaría al llano en uno de ellos.